Miércoles, 4 de febrero 2oo9

Miguel Ángel Arias:

- Título: La filosofía ¿sirve o no?

Según opina dicho alumno, la filosofía es aburrida porque ¿para qué preguntarse por algo que no tiene una solución precisa o, si la tiene, tardará demasiado tiempo en ser de ayuda?

No le encuentra una utilidad en el día a día, ni que sea un tema que se suela tratar.

(Se puntualiza que esto ocurre con el contenido de la mayoría de las materias impartidas en clase).

Él piensa que en sus comienzos, la filosofía tuvo acogida por ser una moda, que no tenían nada mejor que hacer y que antes de morir en la guerra o dedicarse a algo "más peligroso" o que requiriese "mayor trabajo" preferían dedicarse a filosofar que era "mucho más fácil".

NOTA, CONCLUSIÓN

Palabras textuales del profesor: "Es un absoluto desastre". "Una disertación no es un monólogo cómico".

Debido a que está permitido hacer una crítica, no es un problema, pero apoyada en argumentaciones racionales y basándose en datos realistas. No se trata de divagar acerca de lo que uno imagina ni hacer de toda la disertación un chiste.

Se le pide que vuelva a realizar su disertación basada en el mismo tema pero más trabajada con todos los consejos, aportaciones y condiciones que deben ser establecidas.


Borja Banderas

- Título: Diferencias entre los animales y el ser humano.

Disertación basada en el 4º capítulo: El animal simbólico.

Afirma que conocemos la teoría de la evolución y tenemos pruebas que la demuestran aunque aún haya quienes piensen lo contrario.

Por tanto, los seres humanos debemos buscar nuestros parientes entre los animales pero no somos idénticos a ellos.

Hace alusión al concepto de razón que aparece en el capítulo: "La razón es la capacidad de encontrar los medios más eficaces para lograr los fines que uno se propone". Y añade que, en este sentido, resulta evidente que también los animales tienen sus propias razones y desarrollan estrategias inteligentes. Y así explica por qué ésta no puede ser tomada como una verdadera diferencia.

Entonces, comienza:



  • La primera, sería la inteligencia.

En los animales está al servicio de los instintos y busca satisfacer sus necesidades.
En los humanos va más allá, y no sirve simplemente para sobrevivir, sino que crea nuevas necesidades.

Con esta primera diferencia aparece la frase: "El ser humano es el animal más insatisfecho".



  • La segunda, la "conducta" animal frente al "comportamiento" humano.

La "conducta" animal se realiza de un modo muy correcto y sin lugar a equivocaciones. Se establece en lo prefijado, si esto varía, resulta muy difícil su adaptación.

El "comportamiento" humano permite que el hombre se equivoque más en cosas que resultan cotidianas, pero es capaz de actuar fuera de lo prefijado.

Con esta segunda diferencia surge la frase: "El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra".



  • La tercera, y la más importante, hace alusión al lenguaje.

Los animales solo son capaces de producir avisos y señales con el fin de ayudar en la supervivencia. Los animales solo dicen lo que tienen que decir. No pueden decir lo que quieren o concretar. Un antílope puede avisar de que se acerca un león, pero no puede decir si está cojo o si es de color marrón o anaranjado o, en un momento dado, si le agrada o no.

Las personas podemos decir lo que realmente queremos decir. Apunta que en sus orígenes nuestro lenguaje comenzaría con gritos medio animales que poco a poco tendrían más significado y se asemejarían cada vez más a las palabras.

Borja hace referencia a Ernst Cassirer pues fue el primero en afirmar que "el hombre es un animal simbólico".
Para entender esto, Borja explica lo que un símbolo es un signo que representa una idea, una emoción, un deseo... acordado por el ser humano, y, por tanto, tenemos que aprenderlos. Podemos atribuir esta categoría a cualquier cosa. Con ello se entiende que vivimos en un mundo de símbolos y que todos ellos se basan en el lenguaje (sistema simbólico por excelencia). Concluye añadiendo que esta condición influye en nuestra educación, pues hay cosas que podemos aprender por nosotros mismos pero, a veces, necesitamos de otros seres humanos para aprender a movernos en este mundo.

NOTA; CONCLUSIÓN

Tras esto, Jorge Peña pregunta si tendría razón, por ejemplo, al darle una puñalada a alguien porque le debe 100€ y se los quitase por la fuerza.

Se llega a la conclusión de que en el sentido de que se usa la inteligencia para crear una estrategia y, se utilizan ciertos medios para conseguir el objetivo o fin premeditado, pues sería un hecho en el que se hace uso de la razón; pero en realidad, no sería completamente racional pues las consecuencias (en este caso, ir a la cárcel) no formarían parte del fin deseado. Tampoco sería ético.

La racionalidad va ligada a los fines pero ¿cuáles deben perseguirse? o ¿qué clase de inteligencia debemos usar? Si se hace uso de la razón, ¿sería entonces racional buscar, sin más, los medios más eficaces para alcanzar un fin? ¿Se debe tener en cuenta para ello una ética o una especie de "inteligencia humana"?

Nos caracteriza la racionalidad de los fines, pero puede haber medios mejores o peores. Puede que tales medios no sean los más éticos o morales, que impliquen una consecuencia que no es la deseada. ¿Qué debemos perseguir entonces tanto individualmente, como en sociedad o como especie? Se propone entonces, una ética de la racionalidad.

Hitler tenía un objetivo, un fin, y lo persiguió usando medios eficaces haciendo uso de una serie de estrategias inteligentes. Pero esos medios no eran éticos, ni morales. ¿Qué necesidad tenía de hacer lo que hizo? Entre los nazis había gente muy inteligente y actuaron sin ética racional alguna.


Marina Bermá

- Título: El tiempo

Disertación sobre el capítulo 10º: Perdidos en el tiempo.

Comienza hablando de la familiaridad y lo conocido que debería resultarnos el tiempo cuando estamos constantemente echando mano de él. Nadie hablará de sí mismo, de su vida, de lo que quiere o teme, de lo que le rodea, sin referirse inmediatamente al tiempo. Pero resulta que no podemos definirlo porque no se deja fijar.

Surge la frase: "Ahora ya no es ahora".

El momento pasado que ya no está y el momento futuro que todavía no está parecen más manejables que el instante presente que se desvanece en cuando intentamos fijarnos en él.

De manera que para poder medirlo de alguna forma, los seres humanos ligamos el tiempo al movimiento. Añade que para los seres humanos resulta imprescindible esto porque basamos en ello todos nuestros sistemas de organización.

Y aún así, no podemos dejar de pensar que existe además y al margen de ellas un tiempo independiente de cualquier convención humana. Un tiempo natural.

Hace alusión a la opinión de Pascal: En el pasado no debe preocuparnos, porque de él no podemos más que lamentar nuestras faltas. Pero el porvenir nos debe afectar aún menos, porque nada tiene que ver con nosotros y quizá no lleguemos nunca hasta él. El presente es el único tiempo verdaderamente nuestro y que debemos usar... Sin embargo, el mundo es tan inquieto que no se piensa casi nunca en el presente y en el instante que vivimos, sino en el que viviremos.

Apunta que el cuerpo nos ata al tiempo y la mortalidad. Por ello, los humanos nos vemos en la necesidades de crear algo inmortal para escapar de esto tal es el caso de expresiones del tipo "para siempre" o "hasta nunca". Concluye recordando que no debemos olvidar que todo fin es un comienzo.

APORTACIÓN PERSONAL

Tras esta puesta en situación del capítulo al que hace referencia, Marina acaba su reflexión diciendo que hay muchos modos de ver la vida: hay personas que saben organizar el tiempo y personas que no, momentos en los que el tiempo pasa de manera más lenta y otros en los que horas pueden parecernos minutos. Con ello, concluye diciendo que el tiempo pasa de diferente forma para unos que para otros y por esto, a una determinada edad, podemos parecer más o menos jóvenes de acuerdo a nuestra edad debido al uso que demos al tiempo.

NOTA; CONCLUSIÓN

Debatiendo un poco sobre esta idea, llegamos a la conclusión de que es cierto que hay diferentes formas de vivir pero que no depende del tiempo los estragos o mejoras que esto produzca transcurridos los años y que también es algo que depende sobre todo de los genes.

También se añade que la libertad es lo que condiciona nuestra capacidad de acción y por ello tenemos presente un futuro aunque sea incierto.

Viajar en el tiempo no es algo que tenga que ver con el espacio pues no se puede viajar de manera similar a como se hace en el espacio. No podemos ir a un sitio que no existe, no podemos hablar de viajar en el tiempo en un plano donde el tiempo no tiene cabida.

El tiempo permanece intacto y nosotros nos movemos. Pero, ¿existe el tiempo?


[El próximo día hablaremos sobre el tiempo según Kant]

Martes, 3 de febrero 2oo9

Trabajamos un poco más sobre los conceptos de selección natural y artificial.

Objetivo e intención son dos conceptos que implican que se persigue o se busca alcanzar un fin.

La selección artificial: tiene un objetivo - se persigue un fin; hay una intención.

La selección natural: no tiene un objetivo porque no hay "alguien" que tenga una intención previa y, por tanto, no se persigue un fin. Aunque desde el punto de vista de las religiones si que existiría ese "alguien" y con ello, la intención, el objetivo de alcanzar un fin.

Entre todos los mamíferos, los humanos somos unos primates con un gran cerebro, sin cola y bípedos, pero por lo demás, los humanos tampoco presentamos muchas originalidades. Aún conservamos cinco dedos en las extremidades, mientras que los caballos se apoyan en la tercera falange de su único dedo o los murciélagos y delfines que han sufrido transformaciones con mayúsculas a partir de sus antepasados cuadrúpedos. ¿Estamos nosotros más evolucionados que ellos en el sentido de más cambiados? De acuerdo, un geranio no puede escribir un libro, ésa es una de nuestras especializaciones, pero con la ayuda de la luz puede sintetizar materia orgánica a partir de sales minerales, agua y dióxido de carbono; no cabe duda de que el geranio tiene un laboratorio bien equipado, y difícilmente puede ser considerado un ser inferior.

Pero quien prefiera imaginar la evolución como una flecha que apunta hacia nosotros desde el principio tendrá que responder a la pregunta de qué oscuras fuerzas internas podrían guiarla en la dirección adecuada, independientemente de lo que suceda alrededor, o si en realidad se trata de fueras que actúan desde más allá del mundo natural. Pero esto nos sitúa fuera del terreno de la Ciencia. La Ciencia tiene como objetivo explicar los fenómenos naturales, como la existencia de nuestra especie (y de las demás), por medio de causas naturales.

Continuación de las actividades sobre evolución.

5) Señala qué relación existe entre el segundo párrafo de la página 33 (y el principio de la 34) con los apuntes sobre gradualismo y puntualismo que encontrarás en http://filoal.blogspot.com/search/label/Evoluci%C3%B3n.

Dentro del campo evolucionista, existen diversas teorías acerca de la aparición de las especies.

El gradualismo es una visión lenta de la evolución, por pequeños pasos. Tampoco se comprende fácilmente como la selección natural puede detectar pequeñísimos cambios y favorecerlos. El factor tiempo se ha invocado a favor del modelo de evolución lenta, considerando que modificaciones infinitesimales proporcionarían a sus portadores pequeñísimas ventajas que sólo llegarían a imponerse a lo largo de muchísimas generaciones.

El puntualismo es una visión mucho más rápida de la evolución a favor de cambios radicales en la que ésta camina a grandes zancadas, o mejor, a saltos.

Las existentes tensiones entre ambos extremos son las que dan pie a los debates actuales sobre evolución. Aunque la combinación de estas dos teorías resultaría la postura más lógica a la hora de reflexionar sobre evolución.

El gradualismo apoya la evolución, tal y como Darwin la concibió en su teoría de la selección natural. Sin embargo, parece ser que la historia de la evolución de los organismos no ha sido totalmente lenta y gradual, si no que existen "saltos en el tiempo" (hecho que se argumenta mediante la aparición de fósiles de grandes grupos de organismos que evolucionaron en un corto período de tiempo), partes en los que ha habido una gran cantidad de evolución, con la aparición de grandes grupos de organismos, mientras que en otros períodos apenas existen cambios. Estos grandes grupos de organismos no son resultado de la acumulación de pequeñísimos cambios, si no de de transformaciones radicales.

6) ¿Tiene la evolución algún propósito? ¿Qué quiere decir que todas las especies son igualmente perfectas?

Según Darwin la evolución no tiene ningún propósito, no sigue ningún diseño preconcebido, es simplemente oportunista, no se dirige hacia ningún ideal de perfección. O, mejor dicho, todas las especies (incluida la nuestra) son igualmente perfectas, cada una de ellas maravillosamente adaptada a sus hábitos de vida por obra de la selección natural. En términos darwinistas evolución, sólo significa cambios, a secas.

7) ¿Descendemos de los chimpancés?

Nosotros no descendemos de los chimpancés, sino que tenemos un antepasado en común con ellos. Los chimpancés son nuestros "hermanos", no nuestros padres, al igual que ocurre con otras especies con las que compartimos un remoto antepasado común.

8) ¿Qué piensan los autores sobre "La escalera del progreso"?

Vivimos entre tanta variedad de formas vivientes que resulta difícil imaginar que sea cierto el que unos hilos invisibles hayan dirigido la evolución lineal y ordenadamente hacia nosotros desde la noche de los tiempos. Las especies vivientes no se ordenan en una secuencia. No se aprecia una escalera hacia ninguna parte, sino un árbol con numerosísimas ramas, y sin ningún tronco o eje principal. La evolución no es lineal, sino divergente.


Análisis interpretativo tratando de comprender mejor lo que leemos del 2º párrafo de la pág. 37

Pese a todo(2), (1)algunos autores, conscientes de que mirando tanto el pasado como el presente no parece que la evolución se haya producido en una única dirección, aún opinarían que(1) la vida ha seguido diversas tendencias, y que la nuestra es la del aumento de la inteligencia. Aunque nunca se explican(2) cómo se producen las tendencias, parecen obedecer a impulsos misteriosos(2) que no tienen nada que ver con la adaptación de los organismos, sino que actúan por sí mismos. Todavía es frecuente encontrar en la definición de los primates la "tendencia hacia la expansión cerebral", como si una tendencia en sí misma sirviera para caracterizar a todo un grupo con especies fósiles y vivientes, que de este modo vendría a ser una "unidad de destino evolutivo". Por supuesto, los primates actuales que no muestran semejante expansión cerebral sólo representarían reliquias del pasado o "fósiles vivientes".

  • ¿"X" es lo que opinan los autores del libro (Arsuaga y Martínez)?

(1)Algunos autores aún opinarían* que "X" [incluso y a pesar de las pruebas]*

No, pues el término es demasiado alejado de la propia persona, se diría que están expresando su desacuerdo. Si realmente fuese su opinión utilizarían un término que los identificase sin lugar a dudas apoyando dicha opinión.

  • ¿Existe tal tendencia?

(2) Pese a todo,... aún opinarían... Aunque nunca se explican... parecen obedecer a impulsos misteriosos...

Deja claro que NO existe tal tendencia hacia una mayor inteligencia dando a entender que esto lo creen "algunos" incluso a pesar de las pruebas que alegan la NO veracidad de dicha hipótesis. La mayor inteligencia ha sido resultado de una serie de circunstancias. Pero no existe tal tendencia previa. No hay pruebas a favor de dicha opinión y hacen alusión a esto pues "nunca se explican" y se camina por una reflexión de carácter oscuro y turbio pues se hace "uso del término misterioso"

Martes, 27 de enero 2oo9


Siguiendo el texto:

[Pág.30-37]

1) ¿Cómo influyó la obra de Malthus en Darwin?
[Pág. 30 - 31]

Darwin descubrió pronto que la clave de la evolución estaba en una selección similar a la que desde el Neolítico se lleva a cabo con las razas domésticas de animales y plantas pero no comprendió cómo se podía aplicar este principio a los organismos que viven en el medio natural hasta que leyó un ensayo del economista y demógrafo Thomas Robert Malthus donde afirmaba que, si no se les ponía freno, las poblaciones humanas tendían a aumentar geométricamente, superando el crecimiento de los recursos.


2) Compara la selección natural con la selección artificial.

A diferencia de la selección artifical que el hombre lentamente efectúa con animales y plantas, potenciando determinadas características para potenciar su productividad, la selección natural no persigue ningún objetivo. No hay variantes genéticas mejores que otras en sentido absoluto, sino que todo depende de las circunstancias del medio ambientel. Lo que es favorable en un momento dado, puede no serlo en otro. No se persigue un fin prefijado. No hay "nadie" que dirija dicha selección eligiendo tal o cual medio para lograr un fin.

3) ¿Las mutaciones son una consecuencia de lo que los individuos necesitan o suelen hacer?

De cuando en cuando nacen individuos con variantes nuevas, pero de ninguna manera los hábitos o necesidades de los individuos determinan en qué dirección se producirán las mutaciones. Las mutaciones no producen por sí solas nuevas especies, sino que aumentan la variabilidad de las existentes. Las mutaciones se producen a nivel genético y se heredan. Lo que necesitan o suelen hacer no es heredable. Cierto instinto o predisposición o mayor facilidad para realizar o padecer algo sí que es heredable pero la ejercitación o no de dicha cualidad depende del individuo en cuestión.

Las leyes de la herencia biológica no son como las humanas.


4) Explica brevemente el papel del azar en la evolución.

Puede resultar que los individuos que sobrevivan tras un determinado cambio en el medio en el que habiten no presenten las características más frecuentes en la población original, es decir, puede que no sean los más fuertes y, sin embargo, suponer el punto de partida de la evolución posterior. A veces, una catástrofe de mayores proporciones puede eliminar de manera fugaz una o muchas especies perfectamente adaptadas. No impera la ley del más fuerte si no la ley de la suerte. Ser él más afortunado es lo que condiciona la perpetuación de tu vida y la vida de tu especie.

Martes, 20 de enero 2oo9

Siguiendo el libro de texto:


  • 0) Según textos de las pág. 29 y 30, ¿en qué consistió el error de Lamarck?

Lamarck postuló: "el uso hace al órgano" y, por tanto, que dichas adaptaciones o alteraciones físicas desarrolladas a lo largo de la vida del individuo son heredadas por la descendencia y que estos cambios acumulados generación tras generación crean nuevas formas de vida.


Pero el mundo NO se rige por la "lógica humana".

Frente a Lamarck, para quienes las variaciones eran producto de las condiciones de vida, Darwin propone que estas son producidas por azar antes de que actúe sobre ellas la selección natural.

  • Se reflexionó partiendo de esta cuestión en si los dedos de los pies llegarían a desaparecer con el tiempo partiendo de la idea de que no sirviesen para nada.

Pero tras haber debatido en clase numerosas respuestas llegamos a la conclusión de que no podrían desaparecer tan fácilmente, pues sirven. Si no sirviesen para nada, sería indiferente tenerlos o no.

Por lo tanto el uso y desuso no son un factor relevante a la hora de reflexionar sobre evolucionismo.

Martes 13 de enero, 2oo9

  • El pensamiento simbólico es la capacidad de crear y manejar una amplia variedad de representaciones simbólicas. Esta aptitud permite transmitir información de una generación a otra, desarrollar una cultura y aprender sin necesidad de la experiencia directa de la realidad.

    El pensamiento simbólico constituye, probablemente, la diferencia más importante entre los seres humanos y el resto de los animales, y desarrolla una función esencial en casi todo lo que hacen los primeros.

    La dificultad de este tipo de pensamiento, que se ejemplifica en el tiempo que lleva a los niños el desarrollarlo, radica en la dualidad inherente de todo objeto simbólico: no solo es una realidad en sí misma sino que al mismo tiempo representa otra distinta. Consecuentemente, el observador debe realizar un doble proceso cognitivo: por un lado, representar mentalmente el objeto en sí, y por otro representar la relación entre este y lo que simboliza.

    La extinción de los neanderthales sigue siendo un misterio. Aunque vivieron en comunidades altamente organizadas y con industrias eficaces, sin embargo, puede ser que no fueran capaces de aprovechar al máximo los recursos de su entorno, que no tuvieran un lenguaje suficientemente desarrollado para una comunicación eficaz o que su capacidad cognitiva fuera menor que la del Homo sapiens.

    El éxito evolutivo del Homo sapiens está muy relacionado con el mejor aprovechamiento de los recursos del medio y con una mayor plasticidad adaptiva. Esto último tuvo que ver con el desarrollo de la cultura, que es paralelo al aumento de las capacidades intelectivas. El Homo sapiens es un inventor eficaz; pero, sobre todo, su mente simbólica le permitió construir utensilios que no están vinculados directamente con la supervivencia, como son los adornos y el arte. Todo ello tuvo que venir acompañado de una mayor estructuración social, con el reparto de responsabilidades y con grandes mejoras en la comunicación oral.

    La posibilidad de comunicarse, en un medio en el que la vida social va a ser clave para la supervivencia, es uno de los rasgos que garantiza el éxito evolutivo de los humanos. Además, el lenguaje permite construir una imagen del mundo y ayuda a compartirla entre los miembros del grupo, lo que favorece el fortalecimiento de lazos sociales.

    El "querer decir" es decisivo. Los estudiosos que han intentado enseñar a chimpancés rudimentos de comunicación lingüística señalan siempre la falta de iniciativa simbólica de los primates y su desinterés por lo que se les fuerza laboriosamente a aprender. Llegan a decir cosas a pesar de ellos mismos, estimulados por recompensas pero sin mostrar ningún gusto personal por la habilidad adquirida. Los niños, en cambio, se abalanzan sobre la posibilidad comunicativa que les abren las palabras. Ningún niño se resiste a aprender a hablar. Tal parece que los niños aprender a hablar porque a las primeras de cambio se les despierta la intención de hablar, que es precisamente lo que le falta a los demás primare, por despiertos que sean.

    Se diría que el ser humano tiene el propósito de comunicarse simbólicamente aún antes de disponer de los medios.

    Gracias al lenguaje, los humanos no habitamos simplemente un medio biológico sino un mundo de realidades independientes y significativas incluso cuando no se hallan efectivamente presentes.

    Un símbolo es un signo que representa una idea, un deseo una forma social. Y es un signo convencional, acordado por los miembros de la sociedad humana, no una señal natural. Deben ser aprendidos y por eso también cambian de un lugar a otro. Cualquier cosa natural o artificial puede ser un símbolo si nosotros queremos que lo sea, aunque no haya ninguna relación aparente. Los símbolos se refieren sólo indirectamente a la realidad física y sin embargo apuntan directamente a una realidad mental, pensada, imaginada, hecha de significados y de sentidos, en la que habitamos los humanos exclusivamente como humanos y no como primates mejor o peor dotados. Los mitos, las religiones, la ciencia, el arte, la política, la historia, desde luego también la filosofía... todo son sistemas simbólicos, basados en el sistema simbólico por excelencia que es el lenguaje. La vida misma, que tanto apreciamos, o la muerte, que tanto tememos no son solo sucesos biológicos sino también procesos simbólicos: por ello algunos están dispuestos a sacrificar su vida física en defensa de sus símbolos vitales y hay muertes simbólicas a las que tememos aún más que al mero fallecimiento de nuestro cuerpo. Como dijo un poeta, Charles Baudelaire, habitamos en fôrets de symboles: las selvas humanas por las que vagamos están hechas de símbolos.

    Nuestra condición esencialmente simbólica es también la base de la importancia de la educación en nuestras vidas. Hay cosas que podemos aprender por nosotros mismos, pero los símbolos nos los tienen que enseñar otros humanos, nuestros semejantes. Quizá por eso somos los primates con una infancia más prolongada. En cierto modo, siempre seguimos siendo niños porque nunca dejamos de aprender símbolos nuevos... Y el desarrollo de la imaginación simbólica determina nuestra forma de mirar lo todo, hasta el punto de que a veces creemos descubrir símbolos incluso allí donde no los ha podido establecer ningún acuerdo humano. Como nuestra principal realidad es simbólica, experimentamos a veces la tentación de creer que todo lo real es simbólico, que todas las cosas se refieren a un significado oculto que apenas podemos vislumbrar.

    Y aquí está el gran problema: ¿podemos llegar a saber nunca del todo lo que es simbólico y lo que no lo es, hasta dónde llega la convicción, dónde acaba lo que tiene significado interpretable y dónde empieza lo que no puede alcanzar más que simple descripción o explicación? Porque en delimitar bien estos campos puede irnos la diferencia entre lo cuerdo y lo demente o alucinado.
  • Los humanos y los animales poseen distintos tipos de reglas:
    Los humanos poseen reglas sociales, morales y culturales. La sociedad humana se basa en reglas sociales y también en reglas naturales como las biológicas.
    Los animales poseen reglas naturales como por ejemplo la época de celo de las hembras.


    La diferencia radica en que las reglas sociales se pueden aprender e incumplir y las reglas naturales no se pueden elegir, ni moldear al antojo y no se aprenden.

La imagen; GOLPE DE SUERTE por Juan José Millás

¿Es ésta la cara de un delincuente, de un ladrón, de un tipo sin reputación, sin amigos, sin paz interior? ¿Es el rostro de alquien que sale del juzgado? ¿Hay en esa mirada un velo de ansiedad, de angustia, de culpa, de miedo? ¿Se aprecia en esos labios un rictus de malestar, de embarazo, de vergüenza? En absoluto. Si no supiéramos nada del sujeto, diríamos que le ha tocado la lotería o que le acaban de nombrar secretario de Estado, de ahí su gesto de complicidad con la cámara. Qué golpe he dado, parece decirse y decirnos, ya era hora de que se me hiciera justicia, de que se reconocieran mis méritos, de que me otorgaran el lugar que me merezco. He ahí un tipo feliz, seguido por la prensa y por los ciudadanos de a pie con admiración, con éxtasis, quizá tan bien con un punto de envidia.

El sujeto se llama Bernard Madoff y vuelve a su casa, dando un paseo (el día es frío, pero soleado), tras declarar en el juzgado que instruye el delito del que se le acusa (la desaparición de 5o.ooo millones de dólares). Madoff tiene hijos, esposa, suponemos que hermanos y cuñados. ¿Por qué entonces no se oculta?, ¿por qué no intenta escapar del acoso de las cámaras?, ¿por qué no lo ha recogido un coche en la puerta de atrás del juzgado? Pues porque el hombre quiere disfrutar de un premio que se ha ganado a pulso y que quizá pensó que no ganaría nunca. Tiene 7o años, bordea la media en la que nos vamos de este mundo. Podría haber muerto (como tantos escritores y artistas) sin el reconocimiento que se merecía. Pero la fortuna ha llamado a su puerta, ya es famoso. ¿Cómo disimular la dicha?



NOTA

Aquí un tipo de expresión satisfecha y tranquila. Madoff sale del juzgado tras declarar por una supuesta estafa de 5o.ooo millones de dólares. ¿Cómo no sentirse orgulloso?

Película: Cold Mountain (Anthony Minghella)

Querido señor Inman; empecé por contar los días, luego los meses... Ahora he dejado de contar salvo con la esperanza de que regrese. Y con el callado temor de que en los años transcurridos sin vernos, esta guerra, esta espantosa guerra... nos haya cambiado a los dos más allá de lo imaginable. Pienso en los fugaces momentos que pasamos juntos y desearía poder enmendarlos... Mi carácter difícil, lo que quedó por decir...


Cuando llegué con mi padre al pueblo de Cold Mountain me avergonzaba mi aspecto. Me sentía fuera de lugar. Pero no sabe lo feliz que me sentía por escaparme de Charles Town, de un mundo de esclavos, corsés y algodón.


Repetir una cosa no la mejora.


La guerra es un juego de niños.

- No sé expresarme bien. Si fuera posible, simplemente estar. Sin decir nada.
- Lo es.... lo es.



- Usted... mire; mire el cielo ahora, ¿de qué color es? O el vuelo de un halcón, o si se despierta con las costillas magulladas de tanto pensar en alguien... ¿Cómo llama a eso?


- Me imagino que Dios estará harto de que ambos bandos anden reclamando su apoyo.

Querido señor Inman; desde que usted se marchó el tiempo se ha medido en capítulos amargos. El pasado otoño mi pobre padre murió. Nuestra granja está abandonada. Todas las casa de estas montañas han vivido alguna tragedia. Cada día... el pavor de enterarnos de quién ha caído, quién no regresará de esta terrible guerra. Y sigo sin noticias suyas. Esta guerra está perdida en el campo de batalla y por ello es una doble pérdida para aquellos que permanecen... Aún sigo esperando, como le prometí aquel día... pero me encuentro sola y empiezo a desesperarme. Me da vergüenza aprovecharme de aquellos que menos pueden permitirse ayudarme... Mi último aliento de ánimo surge de confiar en usted, y de creer que volveré a verle... Por eso ahora le digo, lo más llanamente posible... que si está combatiendo deje de combatir, si está marchando deje de marchar. Vuelva conmigo... vuelva conmigo, ése es mi ruego. Vuelva conmigo...


Usted me dijo que al cabo de unos días a penas recordaría su nombre. Oh, Inman, han pasado más de tres años y aún recuerdo su nombre.


Pobrecita, dejó marchar a los demás y ahora no tiene nada ni a nadie.... Y espera a un fantasma.

- No la conozco Ruby.
- La señora Swanger dice que necesita ayuda: Y aquí me tiene.
- Necesito ayuda, sí cierto. Pero la de un jornalero, hay que arar y hacer tareas arduas. Creo que ha habido un malentendido.
- ¿ que usa el rastrillo? Porque pa cuidar el jardín seguro que no... ¡Número 1!, ¿Tie Caballo? Pueo echar el día arando, no masusta. ¡Número 2!, No hay hombre mejor que yo porque todos los hombres que corren por aquí o son viejos o granujas.

- Llevo tiempo queriendo preguntárselo, ¿dónde perdió la vista?
- Ah, fue antes de nacer. Nunca he visto nada en este mundo. Ni un árbol, ni un arma, ni una mujer... aunque he echado mano a los tres, ¡Ja!
- ¿Cuánto daría por ello? Por ver durante diez minutos.
- ¿Diez minutos? No daría ni un centavo de los antiguos. Podría acabar detestándolo todo.
- Es lo que la vista ha hecho conmigo.
- Eso no es a lo que yo me refiero. Ha dicho diez minutos. Me refiero al hecho de tener una cosa y luego perderla.
- No estamos de acuerdo. Qué no daría yo por ver algo durante diez minutos.
- Sí, algo... o a alguien. Cuídese joven. Están matando a los hombres que escapan.



Ayer vi como venía caminando hacia mí... o eso creí ver. De repente me encontré tendida sobre el pozo de Sally, como una loca, mirando fijamente los secretos que esconde. Era usted a quién vi caminado hacia mí... o era su fantasma. Después de tanto tiempo sé que debo de aprender a vivir con lo que tengo y a aceptar que no va a regresar. Y aún así no puedo... no puedo.- Puedo hablar de labranza ladina... Ah, y sé leer en francés. También sé atar un corsé, ya lo creo. Puedo enumerar los grandes ríos de Europa ¡pero no me preguntes el nombre de ningún arroyo de este condado! ¡Sé cortar pero no sé zurcir!, se cortar un ramo de flores ¡pero no se como ser cultiva. Si algo tenía una función de la que yo pudiera servirme ¡entonces no se consideraba apropiado! Esta verja es la primera cosa que he hecho que puede llegar a producir un resultado.

- Yo me largo de aquí. No volveré a arriesgar mi vida por una causa en la que no creo.


- Frente a frente con el enemigo... y era yo el que mataba. El otro jamás me mató. No sé por qué...
- Pero por lo que se ve... lo intentó.
- Sí... es cierto.
- Yo creo que hay un plan. Un designio para cada uno de nosotros. La naturaleza, por ejemplo, un pájaro vuela hacia alguna parte con una semilla, la caga y nace una nueva planta. El pájaro tiene una función, la mierda tiene otra y la semilla tiene otra. Y tú tienes una función.


- ¿Te está esperando esa Ada Monroe?
- Me esperaba... Ya no sé si me conoce. Soy como el niño que se fue en otoño a buscar leña y volvió silbando en primavera. Como todos los infelices a los que mandaron a la guerra detrás de banderas y mentiras. Ada me dio un libro... lo escribió un tal Bartram. En él hablaba de sus viajes. A veces, sólo con leer el nombre de un lugar cercano a mi casa... Aunque antes, esos lugares pertenecían a otro pueblo. ¿Qué nombre dieron a Cold Mountain? ¿Cómo es posible que un nombre, que ni siquiera es el auténtico, me hiera tanto el corazón? Es ella. Ella es el lugar al que me dirijo... y casi no la conozco. ¡Casi no la conozco! Me parece que sea imposible volver a ella...

Mi amor por Lincoln es como el follaje del bosque. Sé que el tiempo lo transformará, cuando el invierno transforme los árboles. Mi amor por Heathcliff se asemeja a las eternas rocas que hay debajo. Una fuente de alegría apenas apreciable, pero necesaria. Siempre, siempre te llevaré conmigo. Amor mí0, ¿dónde estás? Sin la esperanza de que te llegue te escribo esto... Como siempre. Como hasta ahora.

- Ahí, de pie.
- Ruby no tiene ni idea de estas cosas de la guerra. Me refiero a que no debe preocuparse por ella. Y por Ada tampoco. ¿Me comprende?
- Tú también. Ponte a su lado.
- ¿Nos van a hacer un calotipo?
- No sonrías.
- Siempre sonríe y no es para fastidiar. Yo ya le digo que no hay nada en el mundo por lo que sonreír.
- El sombrero tapando la cara.


El hombre es el que ha plantado toda esta mierda. Dicen que esta guerra es un cielo de nubes negras, pero ellos provocan la tormenta y luego se quedan bajo la lluvia gritando "¡Joder está lloviendo!"
Si derramo alguna lágrima por mi padre se la abré robado a un cocodrilo.

- Vente conmigo...

Aquel día le vi... En el agua del pozo de Sally. La figura de un hombre como una mancha negra en la nieve. Pero no ha sido lo mismo que vi. En el pozo parecía desplomarse... y había cuervos, cuervos negros. Volaban hacia mí. Estaba segura de que le había visto caer... Y lo que ocurría es que volvía conmigo. Durante este tiempo el hielo a rodeado mi corazón y ahora... ahora no sé cómo derretirlo.

- ¿Te llegaron mis cartas?- Recibí tres cartas. Las guardaba... las llevaba en el libro que me diste. - Me parece que te envié 1o3... ¿Tú me escribías?
- Siempre que pude. Si no las recibiste puedo resumírtelas...
- No, no...
- Rezo porque estés bien. Rezo porque me tengas en tus pensamientos. Tú eres lo único que me impide caer en la oscuridad y en el desánimo.
- ¿Cómo podía yo impedirlo? Apenas nos conocíamos, fueron muy pocos momentos...
- Fueron cientos de momentos. Son como una bolsa de diminutos diamantes. Da igual que fueran reales o que me los hubiera inventado. La forma de tu cuello... eso es real, el tacto de tu cuerpo cuando te atraje hacia mí y te abracé...

- Inma arando un campo.
- Tú sosteniendo una bandeja.
- Tú fuera en el porche.
- No me apetecía entrar.
- De ahí que necesitara una bandeja, y así poder salir a verte.
- Aquel beso... que todos los días volvía a besar.
- Te esperaba todos los días... deseando, anhelando ver tu rostro.
- Que puedas llegar a ver mi interior... mi... puedes llamarlo como prefieras mi... ¿mi espíritu? Es lo que me aterra. Creo que estoy destrozado. Intentaron matarme una y otra vez... pero no era mi hora. Y si tenía bondad, si la tenía... la perdí. Si quedaba algo de ternura en mí... la destruí. Oh, ¿cómo escribirte después de lo que hice... de lo que vi?

- ¡Baja de ahí!
- No, señor. Aquí estoy bien.
- Oye, entrégame tu arma y vuelve a tu casa. No quiero luchar más. ¡Estoy harto!
- Si le entrego mi arma, luego, me matará.
- No te mataré pero tampoco me marcharé teniendo que mirar hacia atrás vigilándote.
- A eso lo llaman un dilema. Le diré qué tengo a mi favor.
- ¿Qué tienes a tu favor?
- La confianza de la juventud.
Lo que hemos perdido nunca nos será devuelto. La tierra no cicatrizará... demasiada sangre. El corazón no cicatrizará... Tan sólo podemos hacer las paces con el pasado, e intentar aprender de él. Hay días en los que consigo no pensar en ti; cuando las necesidades de la granja requieren mayor urgencia que las de mi corazón. En esta época del año, abunda la vida por todas partes. Y tú estás presente en ella, como si aún estuvieras regresando a casa para reunirte conmigo. Si pudieras vernos ahora, comprenderías que cada paso de tu viaje valió la pena. Miré una vez más en el pozo de Sally, y esta vez no vi nada que me atormentara. Sólo nubes, nubes... y luego, el sol.

Intro PERDONEN QUE NO ME LEVANTE por Maruja Torres

HUMANITARISMO CÍNICO


Nuevos adjetivos para la nueva era abren el camino a conocimientos adquiridos últimamente, lecciones de la nada inocente semántica que no deberíamos olvidar. Cuando la arquitectura se volvió financiera dio como resultado la burbuja inmobiliaria que a su vez se nutría de las hipotecas basura. Por citar tan sólo unos pocos ejemplos. Ocupémonos ahora del cinismo humanitario. O del humanitarismo cínico. ¿Se han dado cuenta de que, en materia de asuntos espantosos, el sustantivo y el adjetivo son intercambiables? Quizá porque ambos poseen idéntica y ponzoñosa sustancia; y porque se camuflan bajo la misma peligrosa inanidad.

El caso de la enésima reconstrucción de Gaza -si es que se lleva a cabo, tal como se empieza a prometer mientras escribo este artículo, el día después de la entronización del César bueno- mezcla los ingredientes que caracterizan el cinismo internacional en materia de humanitarismo. Me recuerda la reconstrucción de Líbano que se produjo (o más bien no; no del todo, desde luego) después de que la comunidad internacional permitiera, durante más de un mes, que Israel dejara sin recursos -aparte de sin 2.ooo vidas, casi todas civiles- el país de los cedros. Lo que siguió: numerosas rondas de ayudólogos, que visitaron el nuevo campo de operaciones con sus séquitos, instalados en buenos hoteles y pisándose los unos a los otros: ahí va un puente, ahí van unos créditos, ahí van unos expertos anti-chapapote. Qué humanitaria es, la ayuda internacional. Y, desde luego, qué oportuna. Me pregunto cuánta gente vive de practicar el oficio de recomponer la miseria de aquellos a los que Israel priva de sus derechos. Les aseguro que los propietarios de hoteles libaneses veían, encantados, como los funcionarios del Retraso en Ayudar Sin Fronteras ocupaban sus instalaciones, sustituyendo, a su modo, el turismo que tardaría en regresar.


PERO GAZA CONSTITUYE UN EJEMPLO más sangrante que Líbano. Por carecer, carece hasta de glamour, con esos barbudos lanzacohetes que allí gobiernan. Como Cisjordania en su momento -antes de que Abbas el Chupamedias doblara la cerviz hasta lo insoportable-, Gaza a sido sacudida y reconstruida a conciencia. Antes de que la todavía conocida -irónicamente- como Autoridad Palestina representara a los buenos, por comparación con los diabólicos del Hamás, el otro territorio troceado y expoliado, Cisjordania, fue asimismo escenario de experimentos sobre la destrucción y el papel de la ayuda humanitaria, cada día más restringido. Y ahora Gaza, de cuya tragedia supimos precisamente por los onegeistas que allí trabajaban, desafiando los poderes y a pesar de las miserables condiciones, ejemplifica la forma en que el que manda, manda en todo. Establece sus propias reglas y escribe torcido con las balas trazadoras.

Los poderes mundiales se han hecho, por un camino u otro, con el control de las bienintencionadas y heroicas organizaciones de solidaridad, aquéllas que, más allá de los paripés y los aleteos mediáticos, trabajan sobre el terreno en el lugar de autos -de guerras, de hambrunas, de explotación y sangría; de bombardeos-. No han necesitado infiltrarse en las alturas: les ha bastado con politizarlas. Ayudar a las víctimas sin distinción de bandos, tal era la divisa de la ayuda internacional.

El lamentable espectáculo del presidente de la ONU moviendo el rabillo para conseguir una ¿tregua?, después de que las escuelas y otras instalaciones de las Naciones Unidas fueran destruidas por el colonizador... Qué asco, pero qué simbólico. Tregua es otra palabra a adjetivar. Siempre se produce una tregua humanitaria, primera parte de los esfuerzos destinados a obtener una tregua definitiva. La primera tiene por objetivo permitir la entrada de los ayudólogos. La segunda, cualesquiera que sean sus intenciones -que, a estas alturas, me resulta confuso distinguir- sirve, para que, al primer lanzamiento de cohete, el Estado elegido se ponga de los nervios y vuelva a arrasar con su superioridad militar, ya que no moral; e iniciamos de nuevo el ciclo.

Ea, todos a cantar:

"¡Los ayudistas llegaron ya! ¡Es el colmo de la solidaridad!"

Yupiiiiii.

Qué asco.


NOTA; CONCLUSIÓN

Actualmente hay que pactar para que a uno le permitan ayudar. Así se altera el resultado de las buenas intenciones. Y cuando no se doblegan y permanecen en el sitio, corren el riesgo de convertirse en daños colaterales.

6 Implicaciones filosóficas del evolucionismo

[Pág. 47]

- ¿Tiene la evolución algún sentido?

Numerosos filósofos han querido encontrar alguna intencionalidad en el proceso evolutivo. Se trata de determinar si la producción de seres inteligentes y reflexivos es una propiedad de la evolución y no sólo uno de sus resultados posibles. Si fuera así, el final del proceso sería siempre un animal similar al ser humano. En el fondo, se debate sobre la necesidad o el azar como mecanismos reguladores de la evolución:

1) Algunos filósofos, como Teilhard de Chardin, han considerado el progreso una cualidad inherente al proceso evolutivo, y al ser humano, la culminación de esa tendencia general hacia el aumento de complejidad y perfección. Asimismo, para Bergson, la evolución de la vida es, básicamente, la de la conciencia, lo que sitúa al ser humano en un lugar privilegiado en la naturaleza.

2) Es la posición más actual. Frente a ellos, otros autores, como Jacques Monod, mantienen que el azar es el único mecanismo explicativo de la evolución, y el ser humano es uno más de los posibles resultados del proceso evolutivo, por lo que todo podría haber sido de otra manera.

NOTA; CONCLUSIÓN

Las mutaciones son consecuencia del azar, no tienen ningún fin previo, pero también presentan unas leyes de herencia (las leyes de Mendel). No podemos enunciar una ley general sin que tenga excepciones.
El azar no es algo que ocurra con y para una finalidad previa, pero si que presenta una serie de causas.
En la evolución lo más importante no es ser el más fuerte, sino tener más suerte.
El ser humano está aquí por simple casualidad, por la acción del azar. Somos los más afortunados en este sentido pero puede que no seamos tan felices como otros seres lo son en su ignorancia.

- ¿Cuál es la naturaleza propia del ser humano?

Después de Darwin, desde la etología y la sociobiología se planteó que con el comportamiento podría suceder lo que con las disposiciones anatómicas; esto es, que las conductas, las emociones y las motivaciones que aportan una ventaja adaptativa se convierten en características de la especie. La información genética no almacena solo los rasgos físicos, sino también las pautas de comportamiento.

En esta línea, Robert Ardrey planteó la denominada "hipótesis del cazador", en la que establece que el rasgo específico de la especie humana es su agresividad. Ésta fue la que le permitió ser un cazador implacable y sobrevivir sin ninguna especialización física.

A su vez, la sociobiología considera que la selección natural actúa al nivel de los genes, favoreciendo los que desarrollan mecanismos de supervivencia. De la misma manera, las conductas de los individuos se orientan a perpetuar sus genes. De ahí surge la idea del "gen egoísta" y el problema de cómo explicar las conductas altruistas y cooperativas. Etólogos y sociobiólogos encuentran en un supuesto instinto de agresividad la explicación para las guerras y la violencia.

Se debate sobre si la selección natural ha hecho a los seres humanos altruistas o agresivos. Es la discusión ilustrada sobre la naturaleza humana: para Rousseau, los individuos son buenos por naturaleza y la sociedad los corrompe; para Hobbes, el hombre es su propio enemigo.

Eibl-Eibesfeldt considera que, aunque la agresión sea una característica innata de los humanos, estos han desarrollado mecanismos, a su vez innatos, para inhibirla. Lo cierto es que no se puede negar la influencia social y cultural que modela las conductas innatas o preprogramadas. La agresividad también se determina socialmente.

Lo bello es difícil por Emilio Lledó

Al entrar en el Prado para recorrer con la mirada la exposición, no podemos por menos de recordar una palabra maravillosa de las muchas que hemos heredado de la cultura griega y que, espero, no se nos vayan olvidando. Esa palabra es el "asombro" (thaumasía). Parece que fue esta extrañeza ante los misterios del mundo, ante la armonía de los astros, ante la luz y la belleza que podían mostrarnos, lo que provocaba ese asombro. Asombrarse suponía descubrir lo "otro" y saber establecer esa distancia que nos permite entender. Si vivimos saturados de entorno, aplastados de noticias que no queremos o no podemos discernir; si no sabemos intuir esa lejanía necesaria para mirar, para entrever, incluso para tocar lo que nos rodea, estamos en el camino, en el mal camino, de perder la sensibilidad y, por supuesto, la inteligencia. Fue el asombro, la distancia, el no querer dar por hecho nada de lo que observábamos, lo que originó, decían los griegos, la filosofía, o sea, la curiosidad, el apego, la necesidad y la pasión por entender y entendernos.



UNA EXPERIENCIA ASOMBROSA ES, pues, la visita a esta exposición de esculturas del Museo Albertinum de Dresde y el Museo del Prado. El primer momento de asombro, de distancia ante tanta belleza, es el que nos lleva a pensar que fueron ellos, los griegos, quienes la inventaron al debatir largamente sobre esa palabra "bello" (kalós), que junto con la "verdad" (aletheia) y la "justicia" (dike) marcaban y nutrían el espacio de la cultura, de la paideia. La cultura, entendida no como un bloque de artes, conocimientos y saberes, sino como un proceso, una construcción encarnada en la estructura natural, la physis; un dinamismo que convertía a ese animal atado a todos los instintos de los otros animales en animal que con el logos, con la palabra, con la capacidad de entender y crear, trascendía los límites de su propia animalidad y entraba así en un territorio absolutamente nuevo, el territorio de lo humano. Y en él, no sólo la palabra nos distinguía, sino también la mirada: el aprender a mirar y, desde esa mirada, descubrir el querer, el amar.

Hay testimonios literarios suficientes para definir esa cultura de la luz, de la iluminación que el romanticismo alemán empezó a llamar el "milagro griego". Basta recordar aquel comienzo de un libro clásico en los orígenes de la filosofía cuya primera línea dice: "Todos los hombres tienden por naturaleza a mirar". A mirar sabiendo, claro está, porque esa mirada, esa "idea", era etimológicamente resultado de la visión. Los ojos y la luz. Sobre todo esos "ojos del alma" que dentro de la frente "se hermanaban con la luz del sol" y levantaban el sueño de los ideales hacia los que tendía otro de los grandes principios del mundo griego, la democracia. Porque la mirada, el entendimiento, requiere y exige libertad: ese dominio infinito de posibilidades por donde navegan los también infinitos deseos de los seres humanos. Fruto de esa libertad fue la ciencia, la filosofía, la tragedia, la lírica, la épica, la política, la historia, la comedia, la ética... todos esos campos que inventaron los griegos y por donde empezaron a sembrar las semillas y en muchos casos los grandes árboles que hoy, casi sin saberlo, nos cobijan y alimentan.



ES UN ACIERTO, ENTRE OTROS MUCHOS, que la exposición, a la que acompaña un excelente catálogo, se abra con esa imponente estatua de Zeus Eleutherios, el dios que da libertad, el dios liberador que no sólo les habría dado la victoria sobre los persas.

Podríamos imaginar que algunas de estas obras estaban colocadas en determinados lugares del ágora de Atenas, del espacio público, donde la palabra de los sofistas, los diálogos sobre sucesos y opiniones era el instrumento imprescindible de humanización y democracia. Un dios de libertad, que nunca necesitó de una clase sacerdotal que tuviera poder real sobre los ciudadanos diciéndoles qué tenían que entender, qué tenían que hacer. Unos dioses, pues, liberadores y liberados ellos mismos de cualquier manipulación engañosa, y sólo cobijados en el, una vez más, asombroso mundo de los mitos, ese hallazgo exclusivo de los hombres. Es verdad que algunas veces la política quiso manipular esa religión desterrando y condenando a los negadores de la existencia de los dioses "de la ciudad" que los tiranos y sus aprendices habían pretendido incorporar, de alguna manera, a ciertas formas de corrupción del poder. Esta religión de la libertad que en principio nadie administró fue, sin duda, uno de los fundamentos esenciales de la cultura griega y el que, en buena parte, la hizo posible.



EN EL MUNDO DE LOS DIOSES y héroes se manifestaban los deseos y esperanzas humanas. Otro "logro para siempre", que expresó un texto de uno de aquellos siempre vivos maestros: "Amamos el conocimiento, amamos el saber, pero sobre todo amamos la vida". La vida que nos ofrece el gozo" de los sentidos, y entre ellos, sobre todo el de poder ver". Una religión, pues, de la vida, de la vida real de los hombres. "Hermano, permanece fiel a la tierra", ya que es esto lo único que tienes. Por ello fue, además, una religión que, después de Fidias, se atrevió a desnudar a sus dioses y héroes, a alegrar la mirada en esos hermosos cuerpos en los que se vislumbraba no sólo el amor hacia los seres, sino la idea de una incesante superación. Un canon, pues, para el cuerpo, y un canon de libertad, armonía y progreso para la mente.
Si contemplamos el Diadúmenos, se nos hace presente el asombro al que me refería:
Un cuerpo tal vez soñado, rozado ya por el aire de la perfección, pero un ser humano cuya mirada sin pupila está, paradójicamente, llena de luz. Esa luz que era condición necesaria de la vida, de toda la vida, de todo momento de la vida. "¡Padre Zeus, libra de la espesa niebla a los aqueos, serena el cielo, deja que nuestros ojos vean, y destrúyenos, ya que así te place, pero en la luz!", exclama Ayax en la Ilíada. No me resisto a reproducir otro texto de esa cultura de la luz. "Los compañeros dormían alrededor de Diomedes, con las cabezas apoyadas en los escudos y las lanzas clavadas por el regatón en la tierra; el bronce de las puntas lucía a lo lejos como un relámpago del padre Zeus". Diadúmenos tiende sus ojos luminosos al suelo que le sostiene con una mirada lejana y próxima, entristecida y alegre en su acogedora serenidad. No es extraño que en un momento supremo del ideal griego surgiese la unión de la belleza y la bondad, creando una palabra que unía ambos conceptos: la kalokagathía, algo así como lo "bellibueno": la belleza traslucía desde la bondad. Este concepto desgraciadamente tan desgastado y que, unido a la veracidad, al no engaño, propio o ajeno, podríamos rebajarlo, en nuestros tiempos, a un término más modesto, pero no por ello menos necesario: la decencia.
Para la enfermedad moral de la doble verdad, de la hipocresía, se ha esfumado la decencia entre una serie de siniestras consignas patológicas que trastornan la mente de los seres humanos. Por ello, es un salto de alegría, en la conquista de la realidad y de la vida, esa -¿cómo adjetivarla sin tópicos?- Venus de Medici:
Un cuerpo bellísimo, pura y hermosa naturaleza, pero con los brazos y los pies rotos por la historia. El olvido y la desmemoria rompen también manos y pies, pero, a pesar de tales quiebras, ese busto nos descubre en el imposible abrazo de la vida el abrazo inagotable de la inmortalidad. Una inmortalidad tan evidente que hoy su contemplación nos da lenguaje y nos alienta. "No moriré del todo", escribió el poeta que admiró probablemente, hace más de veinte siglos, esas estatuas. "No me devorará la sucesión de los años ni la incesante fuga del tiempo".Tal vez eso que escapaba al mordisco de la temporalidad era esa palabra que ha definido siempre al arte más eterno: lo clásico.



NO SOMOS PLENAMENTE conscientes de esas lecciones que aún no hemos asimilado y que tienen su origen en esta tradición que hizo posible el que hoy sigamos luchando por la cultura como fuerza y dinamismo, como energía (enérgeia), como educación de la mirada, como forja de la posibilidad y la igualdad. Es verdad que también descubrieron la tristeza, el dolor, la melancolía: "¿Por qué tantos hombres excepcionales en la filosofía, la política o la poesía son melancólicos?". Esa melancolía, "el gesto supremo del espíritu", no logró empañar la alegría del más acá, la alegría de vivir. Una de las maravillas de esta exposición es, por ejemplo, ese relieve de una ménade pensativa. Las ménades eran, como es sabido, esas mujeres poseídas de pasión que cuidaron de Dioniso niño y formaron después parte de su cortejo. Se las representaba desnudas o cubiertas, como ésta del Museo del Prado, con un velo muy fino que transparenta el cuerpo y que vuela luego a sus espaldas suavemente dominado por una mano. La otra sostiene el tirso típico de las fiestas dionisiacas. La melancolía del rostro que también mira al suelo lo alegra ese movimiento de extraordinaria sensualidad en un cuerpo que parece desfallecer, mientras la rodilla, levemente doblada, anuncia el baile que apenas entrevemos en esa otra maravillosa ménade de Dresde que sin brazos, casi sin rostro borrado por la impiedad del tiempo, hace ver la alegría de vivir.

Pero también la sabiduría griega nos entregó otro de sus descubrimientos expresado en una no menos asombrosa frase: "El hombre es el más inteligente de los seres vivos, porque tiene manos". Aristóteles, que cita este dicho atribuyéndolo a Anaxágoras, comenta que "esa inteligencia se debe a que es capaz de utilizar un gran número de utensilios, de instrumentos, y la mano es el instrumento de los instrumentos, el órgano de los órganos". Esa poesía (poíesis) sobre el mármol era obra de las manos. El filósofo que imaginó ese poder de las manos dijo también que "todo artista, todo creador, ama su obra porque ama el ser... que consiste precisamente en sentir y pensar". No dejen reposar los ojos en esta exposición. Salimos de ella limpios, purificados por esa catarsis -esa otra palabra de la tragedia y el arte griego- que aseaba, renovaba, la mente, y nos libraba de la pesadumbre del existir diario, de la maldad y la miseria.
ME PERMITIRÉ, AL FINAL, una pequeña coda, anacrónica, me temo. No podía dejar de pensar en ello, cada vez que iba al museo, y casi siento como un paradójico deber el evocarlo. Esta exposición enseña muchas más cosas, pero entre ellas: la sorpresa, el asombro del arte, el amor a la vida, a la verdad, a la educación, a la sensibilidad de la mirada, a la reflexión, a la libertad. He visto muchas veces, en los museos de Berlín, sentados en pequeñas sillas puestas a disposición de los alumnos, grupos de niños, de jóvenes, escuchando a una profesora que les enriquecía, con sus palabras, la mirada y, por supuesto, la inteligencia. Esa educación de la mirada es un antídoto necesario para ese chisporroteo de crueldad y violencia de muchos de los llamados videojuegos, y en los que, desgraciadamente, los jóvenes no son sólo sujetos pasivos en la visión de inacabables monstruosidades, sino que son personajes activos que practican, con las teclas adecuadas, la frialdad, la indiferencia ante un imaginario y siempre posible aniquilar, matar, suprimir. Nada que ver con los viejos tebeos de aventuras, incluso con las películas más o menos violentas. En el pulso de esos teclados se aprenden y domestican, como amarrados perros de Pavlov, los reflejos condicionados que suavizan y vanaglorian la muerte y el horror ajeno.

La exposición 'Entre dioses y hombres' reúne más de 60 esculturas clásicas procedentes del Museo Albertinum de Dresde (Alemania) y del Museo del Prado. Puede visitarse en la pinacoteca de Madrid hasta el 12 de abril.
NOTA
El asombro del arte, el amor a la verdad, a la sensibilidad de la mirada, a la libertad. Todo eso enseña, en palabras del filósofo y académico, la exposición "Entre dioses y hombres" del Museo del Prado. En su visita vió mucho más que sesenta esculturas clásicas: encontró toda una celebración de la vida y el goce de mirar.

CONCLUSIÓN
Después de un largo debate sobre la belleza, uno de los diálogos de Platón concluye: "Me parece que me ha sido beneficiosa la conversación con cada uno de vosotros. Creo que entiendo ahora el sentido del proverbio que dice: Lo bello es difícil".

Película: El caballero oscuro (Christopher Nolan)

- ¿Y el de la alarma?
- El jefe me dijo que cuando hiciera su trabajo le eliminara. Así tocamos a más, ¿no?
- Es curioso. A mí me dijo algo parecido.
- ¿Cómo? ¡No, no!

- Te crees muy listo, ¿no? El que os ha contratado te hará lo mismo a ti. Antes los criminales creían en algo; honor, respeto… Mírate. ¿En qué cree usted, eh? ¿En qué cree?
- En que, lo que no te mata, te hace... diferente.


- ¡Que no os vuelva a ver por aquí!
- Solo queríamos ayudarte.
- Yo no necesito ayuda.
- Ese no es mi diagnóstico.
- ¿Qué diferencia hay entre tu y yo?
- Yo no llevo gomaespuma.

- ¿Quieres saber de qué son estas cicatrices? Mi padre era un alcohólico y un animal, y una noche se le fue la olla más de lo normal. Mi madre cogió un cuchillo de cocina para defenderse; a él no le hizo ninguna gracia, ningu – na. Y… delante de mis narices, le clavó el cuchillo a la vez que se reía. Se giró hacia mi, y me preguntó: “¿Por qué tan serio?” Vino hacia mí con el cuchillo. “¿Por qué tan serio?” Y me metió la hoja en la boca. “Vamos a dibujarte una sonrisa en esa cara”. Y… ¿por qué estás tan serio?

- Conozca sus limitaciones.
- Batman, no tiene limitaciones.
- Pero usted sí, señor.
- Pero no puedo permitirme conocerlas.
- ¿Y qué sucederá el día que las descubra?
- Ya sabemos cuanto te gusta decir "se lo dije".
- Ese día señor, no querré decirlo... probablemente.


- No me ascienden por ser un idealista. Tengo que trabajar con lo que tengo lo mejor que puedo.

- O mueres como un héroe, o vives lo suficiente para verte convertido en un villano.

- Si es tan fácil ¿por qué no lo has hecho ya?
- Si se te da bien algo, nunca lo hagas gratis.

- Cuando van a por ti, lo ves todo más claro. Sí, te hace pensar en cosas que no soportarías perder, en con quién querrías pasar el resto de tu vida.

- Te veo nerviosa, ¿es por las cicatrices? ¿quieres saber cómo me las hice? Estaba casado; era muy guapa, como tú. Me decía que me preocupaba demasiado, que tenía que sonreír más. Le gustaba el juego, y se endeudó con quien no debía. Un día le rajaron la cara. No podíamos pagar su cirugía. Ella no aguantaba más; yo quería volver a verla sonreír... Quería que supiera que no me importaban sus cicatrices. Así que, me metí una cuchilla en la boca y me hice esto; yo solo. ¿Y sabes qué? Ella no podía ni mirarme. Me dejó. Ahora le veo la gracia. Estoy siempre sonriendo
-¿Por qué no vamos a un sitio más tranquilo? Aquí no podemos hablar.
-¿Qué te hace pensar que quiero que hables?

- Los criminales no son complicados. Sólo tenemos que averiguar qué es lo que quieren.
- Con el debido respeto, a lo mejor es un hombre al que usted tampoco entiende del todo. Hace muchos años, vivía en Birmania. Mis amigos y yo, trabajábamos para el gobierno que quería comprar la libertad de los líderes tribales sobornándoles con piedras preciosas. Pero sus carabanas estaban siendo asaltadas por un bandido, así que fuimos en busca de las piedras. Pero pasaron seis meses y no encontramos a nadie que estuviera negociando con él. Un día, vi a un niño jugando con un rubí del tamaño de una mandarina. El bandido, las estaba tirando.
- ¿Y para qué las robaba?
- Oh, pues porque sí, porque hay personas que no buscan algo lógico, como por ejemplo el dinero. No se les puede comprar, ni amedrentar, ni se puede negociar o razonar con ellas. Algunas personas sólo quieren ver arder el mundo.


- El destino de una persona no se juega a cara o cruz.

- Dicen que Batman va a entregarse.
- No tengo elección.
- ¿De verdad crees que eso va a evitar que el Jocker siga matando?
- Tal vez no. Pero ya me he manchado demasiado las manos de sangre. Y ahora veo en lo que tendría que convertirme para detener a individuos como él.


- Una vez dijiste que si un día esto acababa... estaríamos juntos.
- Pero yo no puedo ser tu única esperanza para tener una vida normal.



- Está muriendo gente. ¿Qué crees que debería hacer?
- Aguantar señor, resistir. Le odiarán por ello... Pero en eso consiste ser Batman. Puede vivir al margen o puede tomar una decisión que nadie más puede tomar. La decisión acertada.
- Hoy he descubierto lo que Batman no puede hacer. No puede aguantar esto. Hoy puedes decir "se lo dije".
- Hoy no quiero hacerlo... pero mira que se lo dije.


- Batman ha decidido entregarse. Pero antes tenemos que sopesar la situación. ¿Deberíamos ceder a las demandas de ese terrorista, el Jocker?
- ¿Prefiere proteger a un justiciero al margen de la ley antes que a los ciudadanos?
- Batman vive al margen de la ley. Pero no se le ha pedido que se entregue por eso sino porque tenemos miedo, hasta ahora nos parecía fenomenal que Batman limpiara nuestras calles. Las cosas están peor que nunca, así es. Pero la noche es más oscura antes del amanecer. Y os lo prometo, está apunto de amanecer. Un día, Batman tendrá que responder por las leyes que ha infringido, pero ante nosotros, no ante ese psicópata.

- Alfred, ¿Por qué Bruce se queda de brazos cruzados mientras arrestan a Harvey?
- A lo mejor, tanto Bruce como Harvey creen que Batman está por encima de los caprichos de un terrorista, señorita Dawes. Aunque haga que le odien... es el precio que tiene que pagar. No está siendo un héroe. Está siendo algo más.


- Cara sigo adelante.
[Cae la moneda en manos de Rachel Dawes; cara]
- Harvey, no puedes dejar algo así al azar.
- No lo hago.
[Rachel gira la moneda; cara]
- Claro, tú decides tu propia suerte.

- Me querías. Aquí estoy.
- Te quería. Y no me has decepcionado. Has dejado morir ha cinco personas. Luego, has dejado que Dent cargue con el muerto. Hasta a mí me parece cruel.
- ¿Dónde está Dent?
- Los mafias idiotas quieren liquidarte para que todo vuelva a ser como antes. Pero yo sé la verdad, no hay vuelta atrás. Lo has cambiado todo. Para siempre.
- Entonces ¿por qué quieres matarme?
- Yo no quiero matarte. ¿Qué haría yo sin ti? ¿Volver a robar a los mafiosos? No, no... no. No, tú... tú me completas.
- Eres una basura que mata por dinero.
- No hables como ellos. No lo eres. Aunque quisieras. Para ellos solo eres un bicho raro, como yo. Ahora te necesitan, pero cuando no sea así... te marginarán, como a un leproso. Mira; su moralidad, su ética... es una gran mentira. Se olvidan a las primeras de cambio. Sólo son tan buenos como el mundo les permite ser. Ya verás, cuando las cosas se tuerzan, esos... individuos civilizados se matarán entre ellos. Yo no soy un monstruo, sólo voy un paso por delante.
- ¿Dónde está Dent?
- Tienes un montón de principios si crees que te van a salvar.
- Sólo tengo uno.
- Pues ése será al que vas a tener que renunciar para saber la verdad. La única forma sensata de vivir en este mundo es sin principios. Y hoy vas a renunciar a tu único principio.
- Me lo estoy pensando.
- Sólo quedan unos minutos. Así que vas a tener que jugar a mi juego si quieres salvar a uno de ellos.
- ¿Ellos?
- ¿Sabes? Por unos segundos, pensé que eras Dent. Por la forma en que te abalanzabas sobre ella. ¿Lo sabe Harvey?
- ¿Dónde están?
- Aún tienes que tomar una decisión. Decide quién quieres que viva. No tienes nada, nada con lo que amenazarme, nada con lo que utilizar tu fuerza. Te diré donde están los dos y he ahí el dilema, tendrás que elegir.

- ¿Quieres saber por qué utilizo un cuchillo? Las pistolas son demasiado rápidas, no te dejan saborear todas esas... pequeñas emociones. La gente, cuando está apunto de morir se muestra tal y como es. Así que en cierto modo, yo llegué a conocer a tus amigos mejor que tú.

Querido Bruce; tengo que serte sincera. Voy a casarme con Harvey Dent. Le quiero, y quiero pasar el resto de mi vida con él. Cuando te dije que si Gotham algún día dejaba de necesitar a Batman podríamos estar juntos, lo dije en serio. Pero ahora estoy segura de nunca llegará el día en que tú no necesites a Batman. Ojalá me equivoque, y si llega... ahí estaré. Pero como amiga. Siento decepcionarte. Si dejas de tener fe en mí... por favor, no dejes de tenerla en la gente. Te quiero ahora y siempre; Rachel.

- Alfred, ¿yo le he hecho esto? Tenía que sembrar el bien... y no la locura ni la muerte. - Ha sembrado el bien, pero ha escupido a la cara a los criminales de Gotham. ¿Acaso pensó que no habría muertes? Las cosas siempre empeoran antes de mejorar.
- Pero Rachel...
- Rachel creía en lo que usted defendía. En lo que nosotros creemos. Gotham le necesita.
- No. Gotham necesita a su verdadero héroe. Y casi dejo que ese asesino psicópata lo mande al infierno.
- Y por eso, por ahora... van a tener que conformarse con usted.
- Iba a esperarme, Alfred. Él no lo sabe. No debe saberlo nunca.
- Puede estar seguro.
- Alfred, ese bandido... el del bosque de Birmania, ¿lo atrapasteis? - Sí, incendiamos el bosque.

- Tus hombres, tu plan.
- ¿De verdad tengo pinta de tener un plan? ¿Sabes qué soy? Soy como un perro que corre detrás de los coches; no sabría que hacer si alcanzara uno. ¿Sabes? Actúo sin pensar. La mafia tiene planes, los polis tienen planes... Ellos maquinan, maquinan para controlar sus pequeños mundos. Yo no maquino. Intento enseñarles a los que maquinan lo patético que es que intenten controlarlo todo. Así que debes entender que yo no tenía nada contra ti ni contra tu novia. Los que maquinan son los que te han hecho esto. Tú maquinabas, tenías planes, y... mira como has acabado. Yo sólo he hecho lo que mejor se hacer. He cogido vuestro plan y le he dado la vuelta. Mira lo que le he hecho a esta ciudad con unos cuantos bidones de gasolina y un par de balas. ¿Sabes qué he notado? A nadie le entra el pánico cuando todo va según lo previsto. Aunque lo previsto sea terrible. Si mañana le dijera a los medios, por ejemplo, que se van a cargar a un violador, o que un transporte de tropas va a volar por los aires... a nadie le entraría el pánico. Porque todo iría según lo previsto. Pero cuando digo que un simple alcalde va a morir... entonces la gente se vuelve loca. Instaura una pequeña anarquía. Altera el orden establecido y comenzará a reinar el caos. Soy un agente del caos. ¿Y sabes que tiene el caos? Que es justo.

- El Jocker fue el que mató a Rachel y el que te dejó así.
- El Jocker no es más que un perro rabioso. Quiero al que soltó la correa.

- ¿Qué querías demostrar? ¿Qué en el fondo todo el mundo es tan repulsivo como tú? Estás sólo.
- No se puede confiar en nadie. Si quieres hacer algo tienes que hacerlo tú sólo. Es curioso el mundo en el que vivimos.


- Oh, tú no puedes vivir sin mí, ¿a qué no? Esto es lo que pasa cuando una fuerza imparable choca con un objeto inamovible. Eres realmente incorruptible, ¿verdad? No me vas a matar por tus absurdas sensaciones se superioridad moral. Y yo no te voy a matar porque me divierto mucho contigo. Tú y yo estamos condenados a seguir así de por vida.

- Esta ciudad te ha demostrado que está llena de gente preparada para creer en el bien.
- Hasta que se vengan abajo.


- La locura, es como la gravedad. Basta con un pequeño empujón.

- ¿Alguna vez has tenido que decirle a la persona que mas quieres que todo va a salir bien cuando sabes que es mentira?

- No se trata de lo que quiero hacer, sino de lo que es justo. Tú creías que podíamos ser hombres decentes en tiempos indecentes. Pero te equivocabas. El mundo es joven. Y la única ética en un mundo cruel... es el azar: Objetivo, imparcial; justo.

- El Jocker ha ganado. La labor de Harvey, todo aquello por lo que hemos luchado... se esfuman. La oportunidad que nos diste de arreglar esta ciudad... se desvanece con la nueva imagen de Harvey. Nos lo jugamos todo a una carta... y el Jocker la ha cogido y la ha hecho añicos. La gente perderá la esperanza...

- No la perderá. Nadie tiene por qué saberlo. Gotham necesita a su verdadero héroe. Porque a veces la verdad no es suficiente. A veces la gente se merece algo más. A veces la gente se merece una recompensa por tener fe.

- ¿Por qué huye?
- Porque tenemos que perseguirle.
- Pero si no ha hecho nada malo.
- Porque es el héroe que Gotham se merece, pero no el que necesita ahora mismo. Así que lo perseguiremos. Porque el puede resistirlo. Porque no es un héroe. Es un guardián silencioso, un protector vigilante. Un caballero oscuro.