5 Los rasgos específicos del animal humano: Cerebro, lenguaje y cultura

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Los rasgos que fueron surgiendo a lo largo del proceso de hominización y que distinguen al ser humano del resto de animales.


- La marcha bípeda

Trae consigo la liberación de las manos (emayor eficacia para la búsqueda de alimentos) y el estrechamiento de las caderas, la curvatura de los fémures, la modificación de las rodillas y los lentos cambios en la estructura torácica y en la columna vertebral suponen una solución económica al nuevo problema que se plantea al tener que recorrer largas distancias por el suelo (también confiere rapidez, por si había que emprender la huida).


- El tipo de parto

Como contrapartida del bipedismo se dificultó el parto. El estrechamiento de la pelvis complica la bajada por el canal del parto requiriendo de asistencia durante el mismo.

Sin embargo, trae consigo una ventaja, que muestra la interconexión de las diferentes adaptaciones. Durante los primeros años de vida el cerebro continúa madurando pues no puede desarrollarse íntegramente antes del nacimiento. También es más plástico y receptivo a gran cantidad de aprendizaje.

Como resultado final de este proceso, es necesario un mayor nivel de cooperación entre los miembros del grupo y la estructura social se hace más compleja, para cuidar y proteger a los nuevos individuos.


- El desarrollo cerebral

El cráneo de los homínidos a aumentado de los 750 cm3 del Homo habilis a los 1400 cm3 del Homo sapiens.

Crecimiento vinculado a la progresiva adquisición de capacidades intelectuales, como el lenguaje y el pensamiento simbólico, y con el aumento de la inteligencia y la memoria, fundamentales en el aprendizaje de reglas que permiten la fabricación de herramientas.


- La liberación de las manos

Supuso un impulso demográfico, al permitir la protección más eficaz de las crías y el transporte de alimentos y materias primas. Permitió también la fabricación de utensilios.

La combinación de la ´liberación de las manos con el desarrollo del cerebro marcó las diferencias entre los seres humanos y el resto de los animales.


- La infancia prolongada

La manipulación de objetos y la potencial modificación del medio que permite introdujeron un progresivo aumento del cerebro. A mayor cultura, mayor desarrollo del cerebro y, con este, mayor avance de la cultura. Esta relación recíproca se complementa con el progresivo alargamiento del período de crecimiento (infancia) de los homínidos.

Una de las características más singulares del ser humano cuando lo comparamos con otros animales es, en efecto, el largo período de tiempo que transcurre desde el nacimiento hasta la pubertad. Durante este largo período de dependencia de los padres, las crías están sometidas a un intenso proceso de aprendizaje. Es el momento en el que el individuo adquiere todos los conocimientos necesarios para la vida en sociedad.

Este alargamiento de la infancia puede considerarse un elemento más de la tendencia evolutiva a la neotenia. El ser humano maduro mantiene rasgos infantiles durante toda la edad adulta. En los humanos, estos rasgos no son solamente físicos, sino también intelectuales, como, por ejemplo, la curiosidad.

- La conducta sexual

Uno de los cambios biológicos más importantes.

En la mayor parte de los primates, la hembra solo se muestra sexualmente receptiva cuando el óvulo puede ser fertilizado. En las hembras humanas no hay signos claros del período fértil, de manera que las relaciones sexuales no se limitan a un período concreto con garantías de embarazo.

Esta peculiaridad ha determinado el establecimiento de vínculos afectivos de larga duración con una pareja, aunque el modo en el que se crean los lazos está condicionado culturalmente.

La estabilidad afectiva ha facilitado el largo período de infancia y de dependencia de las crías humanas respecto a sus progenitores.


- El lenguaje

Para que aparezca el lenguaje, es necesario, de una parte, el desarrollo de una serie de estructuras neuronales para su producción y comprensión, y de otra, la adaptación de la anatomía del aparato fonador.

La vida social es clave para la supervivencia y la posibilidad de comunicarse garantiza el éxito evolutivo. Además permite construir una imagen del mundo y ayuda a compartirla entre los miembros del grupo, lo que favorece el fortalecimiento de lazos sociales.


- La naturaleza social y cultural

A lo largo del proceso evolutivo, los seres humanos han ido perdiendo algunas especalizaciones físicas; sin embargo, han desarrollado un mecanismo que les permite adaptarse a todas las situaciones y que ha modificado su relación con el medio: la cultura. La producción de instrumentos se convierte en el modo peculiar, aunque no sea exclusivo del hombre, mediante el que se enfrenta a la supervivencia.

La cultura se va adquiriendo en un proceso de aprendizaje social y no mediante herencia, al contrario que la conducta instintiva. A medida que las respuestas para la supervivencia en el medio adquieren un carácter predominante cultural, aumenta la dependencia cría/adulto y la estructura social se hace más compleja.


La preparación de alimentos

Con la utilización de instrumentos y el dominio del fuego, el ser humano se convirtió en un animal singular capaz de cocinar. Esto aportó grandes ventajas para la supervivencia. Impulsó la socialización y el lenguaje.

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