Lo inesperado



Todos pensamos que vamos a estar bien, y nos sentimos un poco engañados cuando no damos con nuestras esperanzas. Pero a veces nuestras esperanzas nos subestiman. A veces lo esperado se queda en nada en comparación con lo inesperado. Tienes que preguntarte porque nos aferramos a nuestras esperanzas... porque lo esperado es lo que nos mantiene firmes, derechos e inmóviles. Lo esperado solamente es el comienzo. Lo inesperado... es lo que cambia nuestras vidas.



NOTA

Ser pesimista, ser feliz

Las personas pesimistas siempre esperan lo peor de cada acontecimiento, y claro, si esto ocurre, ningún problema, era lo esperado y, si por el contrario va mejor... ningún problema, ya hay motivo de alegría.

Mientras, los optimistas siempre esperan o grandes cosas o aspiran a que sucedan, si llegan, es lo esperado y no supone un gran motivo de alegría, y si, como suele suceder, se han creado grandes expectativas y no se alcanzan, los optimistas se deprimen.

No tienes por qué perder la esperanza, pero aprende a verlo como algo más intangible.

Ten siempre presente lo peor de las cosas y de la gente, y, no dudes en esperarlo; si oyes hablar mal de alguien en su ausencia, espera lo mismo para con tu persona, nunca te crees grandes expectativas de las pequeñas cosas, nunca esperes que alguien cumpla las promesas.

Trabaja para llenar el vaso, pero miralo siempre medio vacío.



El problema radica en que entonces, llegamos a la conclusión de que ser pesimista es algo positivo. Y es que si ahora creo dicha sentencia, estoy siendo optimista, y eso eso, según lo acordado, puede ser fatal, lo cual es una postura pesimista... y he caído en una paradoja.

7 comentarios:

  1. LA INOCENCIA DE LO INESPERADO
    El Arte de estar presente en el mundo consite en configurar y adaptarse al medio en perpetuo cambio. Es abolir el pensamiento en serie, los hombres unidimensionales y no aceptar esquemas.

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  2. Vive esperando siempre lo inesperado!

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  3. El siglo XVII fue el siglo de las matemáticas, el xviii el de la física y el xix el de la biología. Nuestro siglo XX es el siglo del Miedo. Se me dirá que el miedo no es una ciencia. Sin embargo, la ciencia tiene una utilidad, aun cuando sus avances teóricos más recientes la hayan llevado a la propia negación y sus perfeccionamientos técnicos amenacen con destruir la Tierra entera. Si el miedo mismo no puede ser considerado como una ciencia, no hay duda de que sea entonces una técnica", escribía Albert Camus en 1948. Por mi parte añadiría que desde entonces el miedo ha devenido, si no un Arte, un arte contemporáneo de la destrucción mutua asegurada, en todo caso sí una cultura dominante.

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  4. Cuando menos se lo espera, de pronto, ocurre algo que hace tambalear los muros construidos durante muchos años. La situación cambia y nos encontramos inmersos en profundos cambios que nos dan miedo. Lo inesperado produce una felicidad momentánea, pero sincera, de ésas que hacen que tu carácter crezca.

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  5. Lo inesperado, también, puede producir una tristeza inmensa, de las que agotan tu carácter. Lo inesperado es como el agua, que va filtrándose por doquier, que mana de los lugares más insospechados. Cuando algo inesperado acontece, todo puede pasar.

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  6. Cuando termino de rendir un examen, es inevitable recibir preguntas del estilo ¿Cómo te fue? o ¿ Te fue bien? Siempre sucede y cualquier universitario sabe que odia esas preguntas; es por eso que me limito a responder sistemáticamente lo mismo: "Me fue como el culo". Mis compañeros, cansados de dicha respuesta, ya no me preguntan, y solo acotan estupideces sobre mi pesimismo.

    Claro está que en el 50% de los casos mi pesimismo es cábala: cuando sentencio con vehemencia "hoy perdemos" es porque creo que Vélez ganará y le tengo toda la confianza. El problema es que cuando afirmo "hoy perdemos" y realmente creo que vamos a perder por culpa del pésimo mediocampo que tenemos, la diferencia no se nota. Por eso la gente me cree pesimista, y aunque tengo un componente negativo, suelo pensar que me fue bien, que me va a ir bien y que Vélez ganará (A pesar del mediocampo).

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  7. Conclusiones como ésta han hecho famosos a pensadores en todo el mundo, caer en paradojas era de virtuosos intelectuales con barba y aires de importancia, así nos va

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