Versos de asfalto

Fito Cabrales firmó el pasado año unas memorias, Soy todo todo que me pasa, donde hace balance de unos años vertiginosos. "Crees tener tu vida en la cabeza, y para nada. Debí mirar las fechas de mis discos para ordenar lo que me pasó. Demasiado alcohol y speed; hay temporadas que se me borraron totalmente". Carece de nostalgia respecto al grupo primigenio, Platero y Tú: "Éramos una banda de juerga, de borrachera. Y ya no ejercemos". Para Fito, Platero representa una etapa superada, la banda como aventura vital.


Ejercer de solista supone un cambio brutal, según Fito. "Cuando estás en un grupo, dejas pasar cualquier chorrada. Pero en tu disco te lo piensas más. Va más allá de que bailen tus canciones y coreen tus estribillos; lo que planteas es: "Quiero que me entiendas, que me aceptes tal como soy". Es un deseo de fundirse con los oyentes. Aunque pocas personas compartan tu obsesión. Ese efecto cojonudo que tanto te ha costado grabar, luego resulta que el 99,99% de los oyentes ni se ha dado cuenta". Uno sospecha que el artista no siempre se dedica a la alquimia de transformar vida en canciones. Que donde pudo haber verdad doliente, finalmente impera el oficio. "Me encontré con Sabina y se quejaba de lo que cuesta una buena letra; le respondí que él no parecía tener problemas para escribir, con sus versos para Interviú y demás. Me respondió: "Eso es oficio, las canciones son otra cosa. Tienes que emocionarte con las canciones, sean verdad o mentira. No me vale lo del oficio".

Exhibe Fito ese orgullo del artesano que defiende tozudamente todo lo que firma. "Nadie mete mano en mis letras. Hablo en primera persona: son mis sentimientos y los expreso lo mejor que puedo, aunque no me salga poesía de la mejor calidad. En la música, sí creo en la colaboración. Llevas las canciones al estudio para que puedan crecer, incluso en longitud. Paso de que las canciones tengan una duración estándar para la radio. Me siento cómodo siendo un fenómeno marginal. ajeno a los grandes medios. Mejor que me descubran por el boca a boca, en vez de que alguien machaque tu música".


Dispara conscientemente contra muchos tópicos que circulan sobre el rock. "Es seguro que hay genios, pero importa más el trabajo que el talento. Grabé este nuevo disco con Pete Thomas y Andy Hess, que participan en cientos de discos, desde Elvis Costello a Tina Turner. No funcionan en piloto automático: de mañana, en el estudio, cuando yo iba a desayunar, ya estaba Pete tocando su batería sobre las maquetas, preparándose para la grabación. Conviene que la inspiración te pille caliente".

A estas alturas no se considera ningún superdotado. "Conozco a gente con más arte que yo, pero que nunca despegarán. El problema es que son... vagos. Les gusta vivir tranquilos y no quieren viajar, no se sacrifican por tocar. Es una opción respetable, pero luego no me vengas llorando".

Se reconoce en el vicio del perfeccionismo. "Aunque eso suena feo aplicado al rock. Mi teoría es que, si tuviera seis meses para grabar un disco, los usaría enteros. Con Platero, hacíamos un disco en una semana y tan contentos. Ahora es un mes en el estudio, sin contar el tiempo para las maquetas. Te metes en una dinámica que te atrapa, es puro deleite y las horas vuelan. Pero, tal como van las ventas, igual ya no podré permitirme tanto tiempo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus aportaciones también son importantes, anímate y atrévete a dar tu punto de vista ^^