Sin alfombra roja

Desde hace cuatro años, Lavrion (población situada en el sureste del Attica, Grecia), cobija el festival de Documentales Mediterráneos, que hogaño a cumplido su duodécima edición.

Y este festival, tiene una característica muy graciosa y muy griega y muy inteligente consiste en: saltarse las normas y no imponerse límites. Y si, por ejemplo, se enamoran de un espléndido poema de Terence Davies (Of time and city) acerca de su ciudad, Liverpool, y Liverpool como símbolo de este mundo nuestro tan desajustado, como recuerdo de infancia, pues se proyecta, aunque sea del norte. Porque su espíritu no lo es.

Tampoco hay premios, ni dinero, ni alfombras. Cenas en familia, un hotelito discreto, charlas -sobre cine, claro- entre gente que hace películas con sus ahorros, que sabe de correr de un despacho a otro buscando un poco de dinero...
Gente de verdad, como sus películas. Un festival sin competición mejora mucho las relaciones humanas, créanme.

Griegos, croatas, palestinos, israelíes, franceses... Por España, Natalia Díaz clausuró con su documental sobre una mujer, Paquita Santana -que se interpreta a sí misma-, que descubre, en su edad madura, los mejores días de su vida en un pasado que vivió como bailarina en un cuadro flamenco en Beirut y en Atenas. Revisitándolo, comprende que aquello terminó. Y dan ganas de abrazarla y de protegerla.







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus aportaciones también son importantes, anímate y atrévete a dar tu punto de vista ^^